VISITE LA CASA EFE
Maria Zaracho Robertti en su artículo Subvertir la nostalgia de las ruinas: una tarde en el cine-teatro-almacén Cañizá comienza diciendo: "Kusbroeck, gran maestro de la nostalgia, decía que las ruinas [como las fotografías] eran vestigios y evidencias materiales de aquello que “había sido”. Últimamente he desconfiado mucho de la nostalgia, de su carácter estratégico al servicio del olvido y la inmutabilidad. Es una de mis preocupaciones estéticas más intensas e insistentes."
Esta galería intenta ser una visita virtual a la Casa efe. En estos tiempos de cuarentena donde es muy complejo todo aquello que nos dijeron que era simple, donde los conceptos a la cuenta de tres dos uno sufrieron la famosa vuelta de rosca, entonces ¿quién dice que tenemos que visitar lugares en el tiempo/espacio en donde estamos? a lo virtual no le importa el tiempo, no es un factor, es un pichi. Hoy nos vamos todes a la efe, a tomar unas birritas, a escuchar unas bandas de viejas hermosas. Aquí, adentro, también hay algo de virtual -ahora que lo pienso- no corre el tiempo con sus reglas, se adelanta, se atrasa con el capricho del viento. A veces estás flotando en el cielo y de repente te zambullís en una pileta y movés los brazos lentamente y tu pelo hace un vaivén que muere cuando salís a respirar, ahora tus manos, volvés a moverlas como casi siempre lo hiciste, así, en un rulo gigante que está atado a aquella antena y termina en el último pastito del patio oculto, ese pastito aplastado por una lata. Supe escribir alguna vez en la pared de la casa "los pájaros viven lo que dura una canción de pink floyd, o sea lo que tarda en armarse una banda en la casa efe, quiero decir lo que demoraste en hacerte tu peinado punkrockers".
Estas fotografías fueron tomadas a raíz de una invitación que me hizo Mauro Lima para registrar aquel último respiro de la efe, antes de ser pintada y entregada, después de la no renovación de contrato, cosas que pasan.


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